Un año para recordar el futuro: Dos mil tíjiri cuatro - Ego Sum Qui Sum

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PROFESOR MAIK CIVEIRA & LA ALIANZA FRIKI ANTIFASCISTA

lunes, 17 de febrero de 2025

Un año para recordar el futuro: Dos mil tíjiri cuatro


Feliz inicio de año, les deseo en este… mes de… febrero… Sí, perdón. Me retrasé mucho con el tradicional recuento de los que me parecieron los mejores libros en los que quemé las pestañas durante el último ciclo traslacional de la Tierra. Es que no me gusta nada más decir “esto estuvo chévere”, sino que procuro aportar alguna perspectiva personal sobre cada libro, y hubo más de uno que ameritó una reseña detallada y, por lo mismo, una revisión rápida.

 

Pero basta de pretextos. Vamos con los mejores libros con los que me topé en el año del Señor dos mil tíjiri cuatro… Tenemos que decir tíjiri porque el coronavirus y Elon Musk nos robaron el número veinte…

 

Como es costumbre, este top 10 viene subdividido en dos listas, una para no ficción y la otra para ficción narrativa. Si me piden identificar un eje que atraviese la mayoría de mis lecturas de este año, éste sería “recordar el futuro”, volver la mirada hacia visiones esperanzadoras que alguna vez la humanidad tuvo sobre su propio devenir, una invitación a no aceptar simplemente el statu quo presente, sino a impulsar a la humanidad más lejos, en cuanto a conocimientos, pero también en cuanto a justicia. Nos encontraremos con exposiciones de filosofías revolucionarias, de momentos históricos en los que la ciencia transformó la cosmovisión del mundo para ya nunca dar marcha atrás, de futuros lejanos imaginados en el pasado reciente, y de pasados reimaginados con el conocimiento del futuro.

 

Pueden leer reseñas o ensayos completos sobre cada libro haciendo click sobre la imagen de su portada.

 

NO FICCIÓN

 

5. La Revolución Científica de Ruy Pérez Tamayo: Quería profundizar en lo que sabía respecto a la historia de la Revolución Científica, ese proceso histórico que, se supone, transformó la cosmovisión de Occidente y sentó las bases de la ciencia moderna. Pero me topé con mucho más que una síntesis de hechos y personajes. Pérez Tamayo, ilustre médico y divulgador mexicano, inicia este breve volumen con una discusión muy importante: ¿realmente ocurrió la Revolución Científica? La primera mitad del libro constituye una cautivadora introducción a temas de historiografía y filosofía de la ciencia. La segunda parte trata de los protagonistas de la Revolución Científica, pero Tamayo no se limita a relatar qué hicieron éstos, sino que explica cómo su trabajo transformó la filosofía subyacente a la ciencia misma, las resistencias que tuvieron que enfrentar, el lento proceso por el cual sus ideas acabaron siendo aceptadas y cómo contribuyeron a erosión de la autoridad tradicional y las estructuras sociales medievales.

 

4. Religión y ciencia de Bertrand Russell: La lucidez de este pensador inglés nunca deja de sorprenderme. Por el título, pensé que sería un resumen de las formas en la que las religiones se han opuesto al avance de las ciencias. Realmente sólo tres capítulos tratan de ello, y son los bien conocidos casos de las controversias teológicas alrededor del heliocentrismo, la evolución darwiniana y la medicina moderna. Pronto el libro se convierte en un auténtico tratado de filosofía, que pone bajo la lupa conceptos como alma, destino, libre albedrío, propósito y otros que, la luz del conocimiento que la humanidad ha acumulado en los últimos siglos, pierden todo sentido. La ciencia no podrá probar la inexistencia de Dios, y nada impide a una persona educada creer en él. Pero los conocimientos que tenemos son incompatibles con la idea tradicional de la divinidad. Pero Russell no se limita a cantar las alabanzas de la ciencia, sino que concluye advirtiendo que en el mundo moderno ha surgido un espíritu arrogante, embriagado de poder y que se complace en el control de todo. Esta deriva puede acarrear destrucción inimaginable.

 

3. Cómo funciona el fascismo de Jason Stanley: Si otros libros de esta lista pueden resultar más atemporales, ninguno es tan urgente y actual como éste. El autor desmenuza las diferentes posturas que conforman los movimientos reaccionarios y analiza las estrategias con las que se empoderan. Stanley expone las ideologías de odio y sus métodos para propagarse, y hace aterradores paralelismos entre lo que estamos atestiguando en nuestros tiempos y las anteriores oleadas de violencia reaccionaria que ha vivido la humanidad. El libro está escrito de forma muy sencilla y concisa; su estilo es claro y didáctico, claramente dirigido a un público amplio, pues el propósito del autor es que nos demos cuenta del peligro que estamos dejando crecer bajo nuestras narices. El objetivo de este profesor de filosofía, experto en propaganda, es proporcionar a la ciudadanía las herramientas críticas para diferenciar entre las tácticas y posturas legítimas en una democracia y los métodos insidiosos del fascismo. Narrativas sobre un pasado mítico, la propaganda, el antiintelectualismo, la erosión de la realidad, la defensa de las jerarquías, el victimismo, la retórica de "la ley y el orden" y el capitalismo más salvaje componen el corazón de la política fascista. Todo esto ya ha pasado antes y que sus resultados siempre han sido funestos.

 

2. La Ilustración radical de Jonathan Israel: Se trata de una obra monumental, no una introducción al tema, sino que demuestra cómo la Ilustración radical se va difundiendo y provocando sacudidas sociales y culturales por dónde llega. Explica cómo el surgimiento de nuevos espacios conversacionales, fuera de la iglesia, la academia y la corte, permitieron la proliferación de las nuevas ideas: salones, bibliotecas, cafés y casas de té, logias masónicas… Expone el papel de los periódicos y revistas culturales, de diccionarios y enciclopedias, así como de novelas (sobre todo utópicas) para dar a conocer el radicalismo… Narra la valerosa batalla de los pensadores radicales contra la persecución, la creación de imprentas clandestinas y el contrabando de libros prohibidos; explica las estrategias empleadas por los autores para lograr introducir posturas subversivas poco a poco, burlando la censura… La tesis central del libro es que la filosofía de Baruch Spinoza es el punto de partida de la Ilustración radical, y en verdad resulta convincente. Spinoza presentó una concepción de Dios que acaba negando a Dios, el libre albedrío o una moral trascendental. Fue el primer pensador moderno en defender el republicanismo democrático y el derecho del ciudadano a resistir contra la tiranía. Para él, la libertad y la igualdad están estrechamente vinculadas, y no ninguna justificación para la desigualdad.  El sistema filosófico de Spinoza y su aplicación por parte de otros pensadores estaba amenazando los cimientos en los que se sostenía y legitimaba toda autoridad, toda jerarquía, toda tradición, toda convención social y mandato moral. 

 

1. Llamando a las puertas de la revolución de Karl Marx: El pensador prusiano, padre del “socialismo científico”, es uno de los filósofos más influyentes de los últimos 250 años. Hoy en día su nombre (más que sus ideas) se encuentra al centro de verdaderas batallas culturales. Su obra, sin embargo, no es tan bien conocido. Fuera del ubicuo Manifiesto comunista (la única que yo mismo había leído hasta ahora), el resto de sus libros son de difícil acceso, tanto porque no se encuentran en cualquier lado, como porque son de una envergadura y complejidad que intimidan al lector casual. Constantino Bértolo viene a ayudarnos con esta valiosa antología, una selección de fragmentos de sus obras más importantes, como 840 páginas (sin contar apéndices), que un poco de cada parte de su vastísima producción, y tiene el propósito de servir como aproximación a su pensamiento. Para mí, encontrar esta antología fue realmente iluminador. Me permitió esclarecer múltiples maletendidos. Marx abordó temas muy diversos con profundidad y expuso sus pensamientos con mucha lucidez y claridad. El alemán se presenta como un heredero del pensamiento de la Ilustración, muy bien enterado de la ciencia y los acontecimientos contemporáneos del mundo en el que vivía, que desarrolla cada uno de sus puntos con gran precisión. Para bien o para mal, acertadas o erróneas, sus ideas tienen que ser parte de la conversación.

 

FICCIÓN NARRATIVA

 

5. Dinosaurios de varios autores: Antología publicada originalmente a principios de los 90, nos permite echar un vistazo a la visión que la CF se había construido alrededor de los lagartos terribles entre mediados de siglo y un par de años antes de que llegara Jurassic Park a cambiar todo el panorama. La calidad de los textos va de lo excelente hasta lo olvidable; su originalidad va desde la repetición de clichés hasta lo más sorprendente. Algunos son aventuras emocionantes, otros tratan hacen serias especulaciones científicas, y otros más usan a los dinosaurios como símbolo de lo implacable del tiempo y de lo efímero de la existencia. Es un pequeño tesoro para quienes gustan de los gigantes mesozoicos o de la ciencia ficción.

 

4. En las Montañas de la Locura de H.P. Lovecraft: Una de las obras más aclamadas de uno de los autores que más han influido en mis gustos y mi estilo. Ya la había leído antes hacer varios años y entonces no me causó mayor impresión. Esta vez fui con la mente abierta para entender qué es lo que la hace tan popular y tan influyente… Concluí que, si ha llegado a capturar la imaginación de generaciones de artistas, escritores, músicos y fanáticos, se debe menos a su calidad como narración que a la fascinante construcción de un mundo ficticio con toda su mitología. Más que un relato en sí, es un trabajo de demiurgia. Una expedición científica en la Antártida penetra en profundidades del continente nunca alcanzadas por el ser humano, y encuentra las ruinas de una civilización imposiblemente antigua, que antecede a la humanidad. Allí, un par de exploradores se dedican a reconstruir la historia de estos seres extraterrestres y a tratar de resolver el espantoso misterio de su destrucción.

 

3. Lo mejor de la ciencia ficción rusa de varios autores: Hace ocho años incluí esta antología en el top 10 de entonces, y aquí regresa, revisitada y revalorada como uno de los mejores tesoros de CF viejita que he tenido la fortuna de encontrar en librerías de viejo. En un contraste con las corrientes anglosajonas (que son las que solemos conocer de este lado del charco), que tienden al individualismo, en estos relatos rusos los hombres (y mujeres) de ciencia siempre trabajan en equipo. Nada de genios creando maravillas en el sótano de su casa gracias a su fortuna privada. Además, casi todos son de una ciencia ficción más “dura”. La especulación científica juega un papel central; en cada relato se plantea un problema científico verosímil y se examina como experimento mental hasta sus últimas consecuencias. También se ve una mucho mayor participación de las mujeres científicas, que en la narrativa anglosajona contemporánea se veían reducidas a ser las esposas, hijas o asistentes de los hombres. También podría haber incluido aquí Los mejores relatos de ciencia ficción, pero no quería llenar este listado de relecturas. 

 

2. Trilogía de Leviathan de Scott Westerfeld: Imagínate la Primera Guerra Mundial, pero las Potencias Centrales tienen gigantescas máquinas dieselpunk imposibles y los aliados tienen bestias de guerra engendradas con tecnología biopunk. Eso es esta fantástica trilogía de aventuras juveniles, y una de las lecturas que más he disfrutado en los últimos años. En verdad, me volví a sentir como un adolescente leyendo a Julio Verne, con esta saga que conjuga dos de mis pasiones: el retrofuturismo y las guerras mundiales. Para deleite de los nerds de la historia, está llena de referencias y alusiones a hechos y personajes reales. Pero más que eso, destacan nuestros protagonistas, provenientes de mundos opuestos, pero unidos por el destino: Alek, el único hijo del archiduque austriaco Franz Ferdinand, cuyo asesinato detona el inicio de la guerra; y Deryn, una joven que sueña con formar parte del Servicio Aéreo británico, y para eso se disfraza de varón, adoptando el nombre de Dylan. La mayor fuerza de la historia está en las relaciones entre ellos, sus conflictos internos y externos, y su desarrollo individual y como pareja dispareja unida por fuerzas mayores. Hay cierto tema de fluidez de género a lo largo de la trilogía, curioso en estos tiempos en que la solidez del concepto se pone en cuestión. Como pilón, cada volumen está espléndidamente ilustrado por Keith Thompson. Lo cual es de gran ayuda, tratándose de una obra tan visual, con descripciones de aparatos y criaturas fantásticas, y narraciones de hechos emocionantes. 

 

1. Neuromante de William Gibson: Por fin, después de muchos años escuchando sobre la importancia cultural y filosófica del cyberpunk, me aventuré a la obra fundacional del subgénero. Es una novela alucinante; el estilo narrativo de Gibson oscila entre lo abigarrado y lo minimalista; su prosa evoca poderosas imágenes mentales al describir los mundos que ha creado, ya sea en la Tierra, el espacio o el ciberespacio. Hay muy poca exposición, suelta palabras y conceptos inexistentes fuera del universo de la novela y rara vez se detiene a explicar cómo funciona su mundo. Es de esos trabajos artísticos que por captar a la perfección el zeitgeist de una época se vuelven atemporales. La novela, y en general el cyberpunk, es una respuesta al panorama sociocultural de la década de los 80, en que los gobiernos neoliberales hicieron de todo para favorecer a las grandes corporaciones, al tiempo que arrebataban a la clase trabajadora los derechos conseguidos en décadas anteriores y reprimían con violencia a quienes se resistían. Tras la estética neón por la que hoy podemos sentir tanta nostalgia, había un orden social opresivo y desigual, que a través del tiempo nos heredó muchos de los problemas que arrastramos hasta ahora. La visión distópica que nos dejaron los autores de los 80 se parece mucho a nuestra realidad, y que este rico subgénero puede ayudarnos a comprender nuestro presente. Creo que estamos justamente en ese punto de la conversación y que es un momento muy interesante.

 

Lixto-calixto, mis camaradas. ¿Qué tal estuvo su año lector? ¿Cuáles pondrían en su top 10 personal? ¿Han leído alguno de los títulos que puse en esta lista? ¿Alguna vez leen los que les recomiendo? Echen su choro mareador... O no, como quieran. Mientras, preparémonos, porque este año pinta feo y necesitaremos buenas lecturas para sobrellevarlo…


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