Encuentros extraños es una magna serie en la que exploramos decenas de los crossovers más bizarros y memorables del mundo del cómic. En el capítulo anterior,
La Edad Hyboria, acompañamos a Conan el Bárbaro y Sonja la Roja en sus viajes por el tiempo y el espacio; también puedes checar aquí el
Índice para escoger el capítulo que más te interese.
Cuando era chico, descubrí en la casa de unos tíos un libro que me
impactó para siempre. Era un bello volumen en pasta dura, una adaptación en cómic
de la primera novela de Tarzán, de Edgar Rice Burroughs, hermosamente ilustrada
por el gigantesco Burne Hogarth. Nunca había visto ni leído cosa similar a lo
que encontré en este tomo; la riqueza de las ilustraciones, el dramatismo y violencia
de la narración, cautivaron mi mente preadolescente. Aún tengo este libro,
ejemplar de 1973, y es uno de mis tesoros comiqueros más preciados. Es más, años después hasta escribí un poema inspirado en él.
Tarzan of the Apes apareció en 1912, y Tarzán dio el salto a las
viñetas de los periódicos en 1929. El Rey de la Selva también ha estelarizado
multitud de películas, programas de TV y series de radio, además de las novelas
escritas por Burroughs y sus muchas imitaciones y secuelas apócrifas. Es uno de
los personajes ficticios más influyentes de la cultura pop, y un antecedente de
los superhéroes que un par de décadas más tarde terminarían por dominar la
ficción comiquera.
Pero él no es el único de los héroes creados por Edgar Rice Burroughs.
Este escritor norteamericano, que entró al oficio casi por casualidad, concibió
una cantidad de mundos y aventuras increíble para una sola persona. No por nada
es llamado el Amo de la Aventura. He leído algunos de sus libros con pasión juvenil. Junto a Tarzán está John Carter de Marte, el
soldado terrícola que se va a tener aventuras de espada y fantasía en el
Planeta Rojo; hablé de él extensamente en una
vieja entrada.
En realidad, el fuerte de Burroughs no era la creación de personajes.
Son bastante planos, de hecho, demasiado perfectos, hombres de acción que lo
hacen todo bien y no le temen a nada. Resultan un tanto aburridos en sí mismos.
En cambio, para lo que Burroughs tenía una imaginación increíble era para la
creación de mundos. Algunos de ellos son:
- Caspak: Un continente perdido cercano a la Antártida que, por una serie de fenómenos cósmicos convenientes para la trama, conserva un clima tropical. En él viven criaturas de todas las épocas de la historia de la vida en la tierra, incluyendo, cómo no, dinosaurios y cavernícolas. Pero la cosa va más lejos, porque en este lugar "el tiempo es todo el tiempo, piba" y la evolución le puede ocurrir a un organismo individual si sobrevive lo suficiente.
- Pellucidar: A kilómetros bajo la superficie, la tierra es hueca y alberga un mundo completo, iluminado por una estrella, que en realidad es el centro de nuestro planeta. En este mundo cóncavo subterráneo de perpetua luz diurna, viven criaturas prehistóticas, hombres mono y monstruos de toda clase. Además, un planetita orbita alrededor de la estrella y ahí hay más cosas locas.
- Barsoom: El planeta al que llamamos Marte, es un orbe moribundo y casi por completo cubierto de un desierto de arenas rojas. En las ruinas de civilizaciones hace mucho tiempo muertas, pelean múltiples razas humanoides, que mezclan tecnología futurista con modos de vida propios de bárbaros primitivos. Es un planeta completo, así que hay muchos lugares distintos con sus criaturas y pobladores.
- Amtor: El planeta Venus, un mundo oceánico con algunas islas habitadas por diferentes razas humanoides, que van desde hombres-pez hasta hombres-pájaro, pasando por gente morena muy guapa, y en donde hay nazis y comunistas para que nuestros héroes americanos puedan pelear. Una densa capa de nubes protege al planeta de los rayos solares, que de otra forma serían letales.
En los 90, Dark Horse se encargó de Tarzán y otras creaciones de
Burroughs. Fue una buena época para crossovers que antes jamás se
habrían imaginado. El último de éstos fue Tarzán en el Planeta de los Simios,
de 2016, el cual reseñé en
una entrada anterior. Poco antes Dynamite ya había empezado a publicar cómics
con nuestro amado Hombre Mono, y ahora es principalmente quien se encarga de
ellos. A Dynamite le encantan los crossovers, como quizá lo hayan
notado, así que los 2010s han estado llenos de ellos.
Al respecto, lo que se me hizo raro es que en Dynamite a los marcianos
negros y amarillos los ponen literalmente negros y amarillos (con rasgos
caucasoides), cuando siempre había entendido que Burroughs los concebía como
africanos y orientales; los marcianos rojos, por su parte, siempre han aparecido
en las viñetas como “blancos bronceados”, y sólo en uno de estos cómics los
pintan de color rojo escarlata. En fin, ya ni sé si esto es racista o la forma
más elegante de evitar el racismo.
Otra cosa rara: en los cómics de Dynamite aparecen no sólo Tarzán y
Jane, sino su hijo Korak, y la esposa de éste, Meriem, que hasta tienen un
bebé. O sea, que Tarzán y Jane ya son abuelos, y deben tener, por lo menos, como
40, pero no se les ve ni una cana, ni una arruga, ni un kilito de más, y
aparentan ser tan jóvenes como su hijo y nuera. Qué falta de respeto para
quienes ya nos acercamos al cuarto piso.
Bueno, pero esta introducción ya se extendió demasiado, vamos a los crossovers. En realidad, el primero de ellos fue escrito por el mismo Burroughs: Tarzán en el centro de la Tierra de 1930, en la que el Hombre Mono parte hacia el mundo subterráneo de Pellucidar. Este crossover es secuela de la serie En el centro de la Tierra, que ya contaba con otros tres libros. Además, el personaje de Jason Gridley, quien ya había aparecido en la serie de Pellucidar, se relaciona también con las series de Barsoom y Amtor. Así que Burroughs parecía tener la idea de estar creando un universo compartido. Que ese universo cruzara con otros no era tan improbable...
Tarzan / John Carter: Warlords of Mars (1996) de Bruce Jones
y Bret Blevins: Empezamos con lo que estábamos esperando: el encuentro
entre los dos personajes más populares de Burroughs, algo con lo que
seguramente los fans habían estado soñando desde hacía años. ¿Qué tal está?
Pues meh. Tarzán se ve transportado astralmente a Marte después de una
pelea con unos nazis. Dado que el cómic se toma un montón de páginas planteando
ese enfrentamiento, pensé que iba a tener alguna relevancia para trama; pero no,
sólo estaban haciendo tiempo. En Barsoom, Tarzán es hallado por una reina malvada,
quien lo cocowashea para que se vaya a pelear contra John Carter. En vez de
eso, Tarzán acaba besuqueándose con Dejah Thoris. El mismo Carter no aparece
sino hasta el tercer número de los cuatro que componen esta serie. Me gustó que
Tarzán se hace amigo de uno de los grandes simios blancos que en las historias
de Barsoom siempre son los malos. El arte está bonito, pero es raro que a
Tarzán lo colorean como blanco todo el cómic, hasta que aparece Carter y
entonces lo empiezan a poner moreno. Rarísimo.
Tarzan vs. Predator: At The Earth's
Core de Walter Simonson y Lee Weeks
(1996): ¡Esperen, sé lo que están
pensando! "Bueno, esto se ve como un churro" Pero no dejen de leer, porque este cómic es realmente bueno,
de hecho, uno de los mejores crossovers intercompañía que he leído en la
realización de esta serie. Simonson demuestra sus conocimientos del universo de
Burroughs al incluir no sólo a Tarzán, sino a la tierra mítica de Pellucidar, con
todo y sus dinosaurios. Cuando Tarzán recibe un mensaje
de auxilio de sus amigos en Pellucidar, viaja hacia allí para sostener un duelo
con un grupo de Depredadores que ha hecho del lugar su coto de caza, pero
también con las horribles Mahar, una antigua raza de reptiles alados con
poderes mentales y una sociedad en la que todas son hembras. Pterodáctilos
feminazis, vaya. El arte es excelente y la historia conjuga a la perfección la
mitología burroughsiana con el personaje del Depredador en una aventura llena
de encanto pulp. No se la pueden perder.
Tarzan / Carson of Venus (1998) de Darko Macan e Igor Kordey
(1998): Nunca me interesé por leer los libros de Carson de Venus; se me
hacían una iteración de la serie de Barsoom, pero en otro planeta, más mojado.
Y sí, Carson es casi el mismo personaje que Carter. De modo que no esperaba
gran cosa de este crossover. Me sorprendió gratamente: es bastante
bueno. Mucho mejor que el encuentro con Carter. Sin explicaciones que importen, Tarzán se ve transportado al
oceánico planeta Venus, donde conoce a Carson y
hace buenas migas con él, por lo que decide ayudarlo con un predicamento. Los
myposan, malvados homres-pez, estaban manipulando a un supuesto profeta, el Rey
del Amor, para tomar el control de la ciudad de Japal. Lo que sigue es una
aventura llena de emociones, sorpresas, personajes interesantes, criaturas
variopintas y escenarios pintorescos. En fin, lo que uno esperaría de una buena
historia pulp, engrandecida por el arte de Kordey.
Tarzan: Le Monstre de Lovern Kindzierski, Stan Manoukian y
Vince Roucher (1998): ¡El Rey de la Selva se enfrenta al Fantasma de la
Ópera, el Monstruo de Frankenstein y al Señor Hyde! Eso ocurrió entre los
números 11 y 16 de la serie regular Edgar Rice Burrough’s Tarzan, que
publicaba Dark Horse; luego se antologaron en un solo volumen. ¿Y qué tal está?
Bueno, creativo y entretenido. De verdad hubo ingenio en encontrar la
forma de hacer combatir a nuestro héroe con cada uno de estos personajes de la
literatura gótica. Mi favorito fue el episodio central, que involucra al
Monstruo de Frankenstein en medio de una guerra entre el malvado Thomas Edison y
el excéntrico Nicola Tesla, y además Sir Arthur Conan Doyle también le entra a
la batalla. Chulada para nosotros, los fans de esa época.
Batman / Tarzan: Claws of the
Cat-Woman de Ron Marz e Igor Kordey
(1999): Otro cómic bastante
bueno y muy chido. Se ubica en la década de los 30, haciendo posible que
Tarzán y Batman coexistan. Tienen, por supuesto, una breve pelea reglamentaria,
y a lo largo del cómic se pueden apreciar las diferencias entre el Caballero
Nocturno y el Rey de la Selva, no sólo en cuanto a métodos y habilidades, sino
en cuanto a sus valores éticos. El escritor Ron Marz se anota otro triunfo al
conseguir fusionar los mundos de ambos héroes en un ambiente y un estilo
totalmente pulp. Por ejemplo, en esta historia Gatúbela es la princesa de una
ciudad perdida en medio de la selva africana, mientras que Dos-Caras es un
saqueador mercenario. La trama es bastante sencilla, pero el arte de Igor
Kordey es maravilloso. Además, nada grita "igualdad de razas" como
tener a un par de blancos aristócratas apaleando nativos africanos.
Superman / Tarzan: Sons of the Jungle de Chuck Dixon y Carlos Meglia (2001): Éste es bastante malo. Es un Elseworld con
una premisa interesante: la nave de Kal-El cae en medio de la selva africana y
el pequeño kryptoniano es criado por gorilas. Entonces, tenemos a un Tarzán con
los poderes de Superman. Mientras tanto, John Clayton es criado por sus padres
en Inglaterra. Pero luego Dixon ya no sabe para dónde llevar la historia y todo
se siente como un enorme desperdicio. No sé cómo no se le ocurrió usar a
villanos como Grodd o Titano, teniendo el escenario tan puesto. Con decirles
que al final Clayton y Kal-El se encuentran e intercambian lugares porque ése
era su destino... ¿O sea que John Clayton no tenía que haber sido criado por
simios para convertirse en Tarzán? ¿O sea que Kal-El, a pesar de haber vivido
en la selva por 20 años, sólo tenía que mudarse a Metrópolis para ser Superman?
Es bien estúpido. Lo mejor del cómic es el postfacio de Robert R. Barrett, el
archivista de Edgar Rice Burroughs, que habla de la relación entre ambos
personajes. Y hasta él sólo alcanza a decir que la historia está
"entretenida" y que el arte es "interesante".
Tarzan / John Carter: Lords of Mars de Arvid Nelson y Roberto
Castro (2013): Segundo encuentro entre los dos grandes héroes del pulp.
Ahora es con Dynamite y el cómic de Dark Horse es simplemente ignorado como si
nunca hubiera pasado. O quizá no, que las tramas son algo similares. Aquí unos
Therns (los supremacistas blancos de Marte) teletransportan a Tarzán a Barsoom,
lo engañan para que crea que Carter es un tirano y lo preparan para pelear con
él. Casi lo mismo, pero ahora Jane lo acompaña, lo cual es un cambio
bienvenido, pues Dynamite le ha echado muchas ganas a hacer de ella un
personaje súper atractivo, adecuado para estos tiempos de girl power. En
general, está ok, ligeramente mejor en cuanto a escritura y arte que su
predecesor, y me gustó que, por primera vez, vi a los marcianos pintados de
color rojo escarlata, y no parecieran sólo “blancos bronceados”. Eso sí,
extrañé la subtrama en la que Tarzán se hace amigo de los simios marcianos.
Tarzan / Sheena: Lords of the Jungle de Corina Bechko y
Roberto Castro (2016): Creada por el legendario Will Eisner en los 30,
Sheena era básicamente una Tarzana rubia y muy sensual. Así, un encuentro con
Lord Greystoke era más que natural. Pero sucede que en su nueva encarnación Sheena
no vive en África, sino en la Selva Amazónica, y en tiempos presentes, no en
las primeras décadas del siglo XX. Qué aburrido; todo mundo sabe que la selva
africana es muy superior a la sudamericana, porque una tiene elefantes y
pigmeos, mientras la otra tiene narcos y guerrilleros de las Farc. El caso es
que para que puedan encontrarse habrá… ¡viajes en el tiempo! Así se vuelve una
historia innecesariamente complicada. Yo digo que lo hubieran hecho como con el
de Batman, en el que para efectos de la historia fingían que ambos eran de la
misma época. En fin, hay una villana que viene del futuro porque quiere
provocar el fin del mundo o algo así. Para eso necesita que Tarzán firme unos
papeles y por eso secuestra a Jane, y ya ni me acuerdo cómo se enreda Sheena en
todo esto, pero el caso es que se ve teletransportada al pasado y al África, y
luego tiene que viajar a Londres con un circo. Admitiré que está entretenida,
y el arte está padre, pero la verdad se queda muy corta respecto al potencial
que tenía el título.
The Greatest Adventure de Bill Willingham y Cezar Razek
(2017): ¡Esto es! El crossover definitivo que une a personajes de
prácticamente todas las series de aventuras escritas por Edgar Rice Burroughs. Un
perverso súper humano con poderes psíquicos se ha hecho con el control de una
poderosa nave intergaláctica del lejano mundo de Poloda. Ante la amenaza,
Tarzán arma una tripulación de héroes que, en una nave de Barsoom, parten para
enfrentar a los malvados en una carrera que los llevará de Caspak a Pellucidar
y de Marte a Venus, incluyendo batallas épicas y cacerías de McGuffins. ¿Qué
tal está? Pues, es sin duda grandilocuente. No es grandioso, pero sí está
bueno y muy chido. El problema es, como ya dije, que el fuerte Burroughs no
es la creación de personajes, así que puedes tener a un montón de aventureros
suyos en la misma nave y no hacen diferencia porque todos son básicamente
“vatos blancos muy rudos”. Hasta Tarzán admite que no tiene caso que sean
tantos. El encanto, pues, no está en la interacción entre personajes, sino en
la aventura de un lugar a otro, de una situación de peligro a otra. Eso sí,
este encuentro entre John Carter y Tarzán es mucho mejor que los dos
anteriores, que aquí son alegremente ignorados. Además, éste fue el último
cómic de la lista que leí, y fue una excelente elección para cerrar el ciclo de
lecturas. Lo malo es que el final es un poco anticlimático, y deja abiertas
muchas líneas argumentales; la narración sugiere una secuela, que yo leería con
gusto, pero hasta ahora no hay planes de que suceda.
Red Sonja / Tarzan de Gail Simone y Walter Geovani (2018): Otro de esos encuentros que no se te
ocurrirían de buenas a primeras… Se ve que Simone tenía un encargo peculiar, y
decidió hacer con ello algo fuera de lo común. Quizá no sea la mejor historia,
pero es muy entretenida y sorprendente. El villano de esta historia es
un guerrero cimerio que, tras hacerse con un arma mágica, va saltando por el
tiempo y el espacio en busca de presas y conquistas, lo que comienza a
desgarrar el tejido de la realidad. Sí, es un poco enrevesado y a menudo no se
entiende muy bien qué está pasando. No sé qué afán de meter a Tarzán en
historias con viajes en el tiempo, como ésa de Sheena o la del Planeta de
los Simios. Tampoco entiendo por qué el artista presenta Cimeria como un
lugar desértico, cuando debería verse como las Highlands escocesas. El
caso es que este sujeto provoca la alianza entre Sonja y Tarzán, personajes
separados por miles de años en la historia. Aparecen diversos personajes,
incluyendo al escritor H.G. Wells, y los habitantes del mundo prehistórico de
Pellucidar. Loquísimo.
Vampirella / Dejah Thoris de Erick Burnham y Ediano Silva (2018):
Bueno, si Vampirella ya había hecho mancuerna con Sonja la Roja, ¿por qué
no con otra heroína escasamente vestida y exageradamente proporcionada? El
resultado es… bastante bueno, de los mejores de esta lista, y la verdad
no me lo esperaba, porque hasta el momento de leer éste, todos los crossovers
de Barsoom me habían parecido mediocres. Pero ésta es una buena historia, y las
dos protagonistas desarrollan una buena química en las viñetas. Vampirella
llega a Barsoom como exploradora, en busca de un refugio para su raza, que
viene huyendo de su moribundo planeta. Dejah Thoris se ofrece a ayudarla para
que no se desate una guerra entre los vampiros y los marcianos. Todo esto
transcurre antes de la llegada de John Carter, y de lo que más me gustó es que
la presencia de Vampirella en Barsoom cambia profundamente el desarrollo de la
historia de esta saga. Con decirles que los secretos revelados en los libros segundo
y tercero de la serie de Barsoom son descubiertos aquí por Vampirella y Dejah
Thoris mucho antes.
Barbarella / Dejah Thoris de Leah Williams y Germán García
(2019): Antes de ser asesinado, un eminente científico deja las
instrucciones de una importante misión que atraviesa tiempo y espacio. Para
llevarla a cabo, las elegidas son dos heroínas; una del pasado remoto y otra de
un futuro distante. Este cómic es bastante bueno y bien pinches bonito. De los
mejores crossovers que he leído en los últimos años. La historia es algo
enrevesada, y nuestras heroínas tienen poco radio de acción, pues sólo van
siguiendo los designios del científico difunto, pero la interacción entre ellas
y el desarrollo de los personajes es una delicia. Me encantó Barbarella (yo
sólo conocía la película del 68): extraordinariamente inteligente, hábil e
instruida, pero también ingenuota y despistada. Desde un principio se siente
atraída por la princesa de Marte. Sí, aquí hay yuri, un poquito nomás, pero
todo es mejor con yuri :3
Carson of Venus / Warlord of Mars de David Avallone y Cyrus
Mesarcia (2019): ¡Por fin, el esperado encuentro entre los dos viajeros
interplanetarios creados por Burroughs! ¡Es completamente olvidable!
Chale. Publicado por American Mythology Productions, que actualmente se encarga
de los cómics de Carson, es un opúsculo de 20 páginas con apenas una trama. Un
bicho extraterrestre recluta a Carson y a Carter para rescatar a una princesa,
que un malvado tirano tiene prisionera en una torre. Y nada, el cómic son los
dos héroes peleando con esbirros mientras van subiendo la susodicha torre. Si
acaso tiene de interés que contrastan al serio Carter con el más dicharachero
Carson.
Warlord of Mars Attacks de Jeff Parker y Dean Kotz (2019):
Lol, what the fuck?! Jajajaja. Es que… caray… no sé ni por dónde empezar.
Este cómic es extraño, absurdo, ridículo… y, por alguna razón, muy divertido,
pero no por las razones correctas. Como se podrán imaginar por el título, es un
crossover entre John Carter de Marte y los marcianos de Mars Attacks!
Pero la cosa no es tan sencilla como revela esa descripción, sino que tiene una
trama enredadísima y absurda que me tomaría párrafos enteros tratar de resumir
aquí. Los marcianos están arrasando Barsoom cuando John Carter es enviado de
regreso a la Tierra. Ahí permanece en coma hasta el siglo XXI, cuando una
misión de la NASA al Planeta Rojo ocasiona que los marcianos despierten de su
letargo e invadan la Tierra. Carter despierta también, para ayudar al mundo del
futuro a defenderse de los invasores, con ayuda de un pintoresco y
multirrracial grupo de improbables héroes. Esto que les digo es sólo la punta del
iceberg; hay cosas todavía más locas por suceder. En un momento especialmente
incómodo, Carter le dice a sus nuevos amigos, una doctora afroamericana y un gordo
latino, que le alegra que la sociedad del futuro ya acepte a los negroes
(sic en inglés) y a los “aztecas”. A ver, güey que escribió esto: Carter es un
soldado gringo del siglo XIX, sabe bien qué es un mexicano, no jodas.
¡No hemos terminado! Lejos de ello, nos quedan todavía muchos
encuentros extraños por explorar. En los próximos dos capítulos vamos a adentrarnos muy profundo en el mundo del pulp, empezando por Páginas de pulpa. También puedes ir directo al Índice para escoger el capítulo que más te llame la atención. Si estás de humor, no dejes de checar mi ensayo completo sobre John Carter, Bajo las lunas de Marte.
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