¡Buen día y feliz inicio de año! Estamos apenas despertando
de la resaca del Guadalupe-Reyes, pero ya es momento de echar a andar el coco,
y nada mejor para tal propósito que ¡libros! Costumbre de este blog desde hace
tres lustros, aquí les presento mi top 10 de los libros que leí en el año dos
mil tíjiri dos. Tenemos que decir “tíjiri” porque el coronavirus nos robó el
número veinte.
Esta vez, después de algunos años de experimentos que al
final no me gustaron tanto, volvemos a nuestro formato tradicional, en el que
les pongo los cinco mejores libros de ensayo y divulgación, seguidos de los
cinco mejores libros de ficción narrativa. Notarán que dediqué mis horas de
lectura casi por completo a dos temas: filosofía y literatura gótica. También
fue un año de mucho redescubrir, mucho releer. He comentado ya ampliamente
sobre la mayoría de estos libros, así que les dejo los enlaces a reseñas
detalladas de cada uno de ellos (click en el título). Bueno, vamos a darle:
NO FICCIÓN
5. Dialéctica
de la Ilustración de Theodor Adorno y Max Horkheimer. Se trata de
uno de los textos clásicos de la filosofía del siglo XX. Es un libro… interesante,
por decir lo menos. Pero también es muy confuso y su estilo resulta un tanto
pretencioso. Por eso lo mandé al último lugar. El meollo del libro es éste: Según
Adorno y Horkheimer, la razón ilustrada se traicionó a sí misma y pasó de ser
un arma radical de liberación a convertirse en una herramienta de dominación
por parte del poder en el capitalismo. Los autores critican la forma en que la
sociedad burguesa ha convertido a la racionalidad en un instrumento, que se
aplica para crear y mantener aparatos industriales y burocráticos sumamente
eficientes… Pero, ¿eficientes para qué? El problema es que el capitalismo
utiliza la racionalidad, pero desterrando toda crítica respecto a los
objetivos.
4. La filosofía del
siglo XX de Remo Bodei. El autor hace una larga reflexión
sobre lo que ha sido la filosofía a lo largo de la centuria pasada. No nos
introduce a los autores ni al contexto histórico, porque espera que ya los
conozcamos, y en cambio nos suma a la búsqueda de los diferentes sentidos que
podríamos encontrar en el trabajo filosófico del siglo anterior. Aquí se puede
apreciar que las distintas filosofías del siglo XX compartían algunos rasgos en
común: la perplejidad ante el mundo moderno, con sus grandes avances
tecnológicos y sus grandes catástrofes. Esto lleva a muchos de ellos a hacer
críticas contra el proyecto de la modernidad, como se le ha llamado. Otros
llaman a incorporar esas críticas para seguir adelante con la visión que la
Ilustración dejó incompleta, tras ser cooptada e interrumpida por el
capitalismo.
3. La
filosofía de la Ilustración de Erns Cassirer. El autor repasa
los temas más importantes que la Ilustración abordó: ciencia, epistemología,
religión, historia, política y estética. Uno por uno, analiza qué dijeron las
grandes mentes de la Ilustración al respecto, qué visión común se conformó, qué
contradicciones existieron, qué heredó la Ilustración de la filosofía anterior
y cómo hizo avanzar la discusión sobre estos temas hacia nuevos horizontes. Más
importante que las respuestas, la Ilustración contagia un afán por cuestionar y
someter a una crítica rigurosa aquello que nos es presentado como eterno,
natural e inmutable. La historia de la filosofía ilustrada exhorta a aplicar
ese implacable espíritu crítico a las creencias, valores, instituciones y
sistemas que nos han sido heredados.
2. Historia
de la filosofía occidental de Bertrand Russell. Este libro
fue el que me terminó por encaminar hacia el estudio de la filosofía y que me
avocó a la enseñanza de esta asignatura. Ahora lo volví a leer y lo refrendo
como uno de los mejores que han pasado por mis manos. La principal riqueza del
libro no es solamente que sirva como introducción a la historia de la
filosofía. Si lo que quieren es ver a un pensador comentar, analizar, criticar
y desmenuzar las ideas filosóficas más influyentes en la historia de la cultura
occidental, éste es el libro. En ello está su mejor aportación: se trata de
cómo Russell hace filosofía sobre la historia de la filosofía. Un manual
ordinario se contentaría con explicar las teorías de Aristóteles, por ejemplo;
Russell las pone bajo la lupa y no sólo te facilita el esfuerzo de
entenderlas, sino que te obliga a pensar en ellas críticamente.
1. Historia
del siglo XX de Eric Hobsbawm. Otra gran relectura, y se
gana el primer lugar entre los libros que leí este año. Lo que más me impactó
de esta segunda lectura fue el darme cuenta de que Hobsbawm ya había descrito
muchos de los problemas que nos están afectando en el presente. Desde el
ascenso de la extrema derecha hasta la crisis climática, pasando por el
deterioro de nuestra calidad de vida y el aumento de la desigualdad. Hobsbawm llama
“siglo XX corto” a los años transcurridos entre el inicio de la Primera Guerra
Mundial en 1914 y la caída de la Unión Soviética en 1991. A su vez lo divide en
tres etapas: la era de las catástrofes, la edad de oro y el derrumbamiento.
La era de las catástrofes es la de las guerras mundiales,
revoluciones, genocidios, crisis económica y derrumbamiento de los imperios
coloniales. La edad de oro es la de un crecimiento económico sin precedentes en
la historia humana, tanto para el capitalismo liberal como para el socialismo,
además de lo que Hobsbawm considera las mayores transformaciones culturales y
sociales de todos los tiempos. La última etapa, el derrumbamiento, corresponde
al declive tanto del consenso liberal posterior a la Segunda Guerra Mundial,
como del socialismo real como había existido en la esfera soviética. El libro
se extiende por más de 600 páginas y aborda casi todos los temas imaginables,
incluyendo el arte, la cultura, la ciencia y las transformaciones sociales. Es
no solamente un recorrido por la centuria que me vio nacer, sino una guía y una
advertencia para nuestro futuro.
FICCIÓN NARRATIVA
5. Diario
del año de la peste de Daniel Defoe. El último libro sobre
pandemias que leí durante nuestra propia pandemia… Por ahora... Es
una narración ficcionalizada de la epidemia de peste que azotó Londres en 1665;
unas cien mil personas perdieron la vida aquel año: aproximadamente una cuarta
parte de la población de la urbe. Defoe se basa en las memorias de un pariente
suyo, que vivió estos tiempos de tragedia, y a ello sumó varias historias y
anécdotas que fue recogiendo por ahí. El libro hace una descripción
sobrecogedora de Londres azotada por la plaga, desde el pánico irracional a
inicios de la epidemia, hasta la indiferencia y resignación de los ciudadanos
cuando ésta comienza a retroceder. Uno de los pasajes más interesantes del
libro, cuenta la historia del tres amigos de clase trabajadora que, al inicio
de la peste, decidieron salir de Londres y mantenerse alejados de las
poblaciones grandes. Me llamó la atención porque incluye varios tropos que
mucho tiempo después de convertirían en lugares comunes en la ficción
apocalíptica y de zombis.
Segunda parte de la trilogía de Marte de
Robinson, que narra la historia futura de la colonización humana del Planeta
Rojo y su paulatina terraformación. El libro continúa la historia de los
Primeros Cien, los pioneros de la colonización del Planeta Rojo, así como de
las generaciones de sus hijos, nietos y bisnietos. Con el tratamiento
geriátrico que prolonga sus vidas sin límites conocidos, nuestros héroes
alcanzan y superan la centuria de edad a lo largo de esta novela. Es un libro
profundamente político. Los Primeros Cien y las nuevas generaciones están en
busca de nuevas formas de organización que vayan más allá del capitalismo
contemporáneo, que se ha vuelto tan insostenible que el mundo está en crisis
constante y bajo la amenaza del colapso ecológico. Aunque esta novela se ubique
en el futuro no muy lejano, en realidad se siente como si hablara de nuestro
presente. El año pasado, la primera entrega,
Red Mars, se llevó el
título a mejor libro del año. Si éste ha caído en un lugar tan bajo no se debe
a que la novela sea mala; es casi tan buena como su predecesora. Es sólo que los
tres primeros lugares de esta lista son unos auténticos portentos.
3. Nuestra
Señora de París de Víctor Hugo. Fue difícil elegir a los tres
primeros lugares. Son tres libros increíbles, y si en un momento siento que uno
es el mejor, al siguiente cambio de opinión. Casi podríamos decir que los tres
son igualmente buenos, pero ahora mismo siento que el orden coloca esta
maravillosa novela en el tercer lugar. Como las otras dos, ésta es una novela
gótica que no es de terror sobrenatural. La arquitectura gótica juega un papel
importantísimo en la historia; Notre-Dame misma es una presencia casi viviente
que se deja sentir sobre las vidas de todas las personas. Una de las
preocupaciones centrales del autor es la forma en la que la arbitrariedad del
poder destruye la vida de los individuos, especialmente de los más vulnerables
en la sociedad. Víctor Hugo no deja indemnes las principales figuras del poder:
la corona y la iglesia. Otra cosa que critica es la concepción romántica del
amor: es lo que destruye tanto a Esmeralda como a Frollo. El libro empieza
cómico, pero poco a poco se va volviendo más sombrío. Incluso hay momentos de
verdadero horror gótico. Es una novela que puede estudiarse a muchos niveles.
Dos
grandes casonas en medio de una tierra yerma e inhóspita, barrida por el viento
y salpicada de pantanos. Personajes por completo sanguíneos llevados por sus
emociones exaltadas. La decadencia de dos familias vecinas y la perpetuación
del abuso y la violencia a través de las generaciones. Ésta es una novela
sombría y desgarradora, una de las cumbres del Romanticismo gótico, y que paradójicamente
denuncia el amor romántico. La pasión malsana entre Catherine y Heathcliff es
cualquier cosa menos que tóxica. Su amor es salvaje e ilimitado, ciertamente,
pero también es egoísta y posesivo. Desean tenerse el uno a la otra, pero no se
desean ni procuran el bien. Y en su egoísmo se destruyen a sí mismos, y a casi
todos los que les rodean. Intensamente humana, agudamente psicológica, junto a
la opresión emocional me hizo sentir una gran admiración por la autora que fue
capaz de crear este milagro. Además, tras soportar tantas penas, hay algo de
agridulce esperanza al final.
Esta
novela no es necesariamente mejor que la de la otra hermana Brontë; estoy seguro
que algunos lectores intercambiarían los puestos. La pongo en primer lugar
porque me gustó más, y me gustó más porque, a diferencia de la otra, no me
destruyó por completo. Me las doy de darks, pero en el fondo soy sensible y
cursi. Una mansión en medio de un páramo azotado por el viento y la lluvia; una
ingenua institutriz, inteligente, pero “oscura, pequeña y no lo suficiente
bonita”; un misterioso patrón, hombre de grandes pasiones; un oscuro secreto guardado
celosamente en el ático de la casona. Todos estos son elementos que hacen de la
novela un ejemplo primordial de literatura gótica. Su protagonista epónima es
una mujer brillante, algo excéntrica, que se rebela contra las diferentes formas
de autoridad que intentan someterla. Es sumamente atractiva como personaje y no
extraña que se haya convertido en todo un ícono, o que su historia haya
inspirado decenas de homenajes, pastiches, precuelas y secuelas. Por todo esto
y más que descubrirán leyéndola, la declaro el mejor libro de este año.
¿Y qué tal estuvo su año lector? ¿Algún libro les sacudió
las emociones o el intelecto? Cuéntenme en los comentarios. Les deseo un muy
feliz año nuevo dos mil tíjiri tres, y espero que los Reyes Magos les hayan traído muchos juguetes bonitos. ¡Nos estamos leyendo!
Quiero hacer un agradecimiento especial a Darwin Raudales, quien acaba de hacer una muy generosa contribución a este blog. Si te gusta mi trabajo, tú también puedes ayudarme con con una subscripción mensual a Patreon. O puedes hacer una sola donación en Paypal. Mientras, aquí tienes las listas de los mejores libros que leí los dos años anteriores y los dos
siguientes:
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