¿Podrá Wade Wilson salvar al multiverso? - Ego Sum Qui Sum

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PROFESOR MAIK CIVEIRA & LA ALIANZA FRIKI ANTIFASCISTA

sábado, 10 de agosto de 2024

¿Podrá Wade Wilson salvar al multiverso?



La saga de Deadpool es una franquicia cinematográfica basada en el popular personaje de Marvel Comics creado por Rob Liefeld y Fabian Nicienza. La serie fílmica inició en 2016 con la primera entrega titulada simplemente Deadpool, a la que siguió Deadpool 2 en 2018, ambas producidas por 20th Century Fox, y Deadpool & Wolverine este 2024, ahora producida por Marvel Studios. Todas están protagonizadas por el actor Ryan Reynolds como el antihéroe epónimo. Reynolds había interpretado una versión del personaje en X-Men Origins: Wolverine, de 2009, donde compartió créditos con Hugh Jackman, quien regresa ahora al papel de Wolverine.

 

En el siguiente ensayo científico haremos un estudio exhaustivo de las implicaciones psicológicas, sociológicas, antropológicas, políticas, éticas y metafísicas de la saga de Deadpool… Nah, estoy bromeando, no hay nada de eso. Las películas de Deadpool son bien tontorronas y no tienen mucha profundidad. Pero hey, eso no significa que no podamos echar choros mamalones sobre… Bueno, sobre lo que sea que podamos decir de todo esto. Vienen spoilers para TODO.

 


Empecemos por el principio con una confesión: nunca he sido fan de Deadpool. Nunca he leído sus cómics; es más, creo que nunca he leído un cómic en el que haya salido. No vi la primera película en el cine; y cuando finalmente lo hice me pareció nomás chistosa. La segunda no la vi sino hasta hace poco, como preparación para la tercera, y esta última sólo tenía ganas de verla porque era claro que formaría una parte importante de la nueva Saga del Multiverso de Marvel.

 

Creo que en general las primeras dos películas son muy divertidas y nada más. Sinceramente no es mi estilo de humor, y no lo digo por la crueldad, sino por, a falta de un mejor nombre, la vulgaridad. No es el humor más ingenioso, y por el contrario, muchas veces es el más obvio y fácil. Dada cada situación, no es muy difícil adivinar qué tipo de broma va hacer nuestro protagonista.

 

En cuanto a los momentos en los que rompe la cuarta pared, sí, son simpáticos, pero tampoco se aprovechan para hacer observaciones particularmente agudas. En realidad, Deadpool suele decir las mismas cosas que dice todo el mundo: Wolverine y Green Lantern son basura, la continuidad temporal en la saga de X-Men es confusa, Warner Bros. no trató bien a Henry Cavill, el MCU ha estado en una larga mala racha desde Endgame… Sólo repite las opiniones más básicas del fandom.

 


Estas películas nunca aprovechan su humor valemadrista ni su clasificación R para explorar temas en verdad adultos; la violencia descerebrada y el cachondeo bobo son propios de adolescentes. Hay algo de burla hacia la industria del cine de encapotados, pero no verdadera crítica. Como personaje Wade Wilson no tiene mucha dimensión ni espacio para evolucionar, amén de que es prácticamente el mismo que Ryan Reynolds interpreta en casi todo lo que hace: el del adorable granuja que esconde un corazón de oro bajo la apariencia de no tomarse nada en serio.

 

Se ha dicho que la serie de Deadpool es una parodia del género superheroico, pero yo creo que más bien son películas de superhéroes hechas y derechas, excepto que con humor de inodoro. Tomemos el personaje de Wade: fuera de que es un majadero y que despanzurra gente con singular alegría, es un chico bueno desde el primer momento, y tiene una relación monógama bien wholesome a lo largo de tres películas. Aunque se supone que es un mercenario, desde un inicio ayuda a quien lo necesita, aunque no puedan pagarle. Nunca mata a nadie indefenso ni inocente. Sus acciones nunca se plantean como moralmente cuestionables. Colossus regañándolo por ser gatillo fácil se presenta más como un chiste por lo santurrón que es el X-Man ruso, que como una condena de lo que haga Wade, de cuya parte siempre estará la audiencia.

 

A través de la ruptura de la cuarta pared, Deadpool puede señalar los clichés del género superheroico (aterrizaje de héroe, flashback en el tercer acto, etc.), pero no los evita ni subvierte, sino que termina cumpliéndolos según el manual. En ningún caso es más dolorosamente obvio que con el personaje de Vanessa, una mujer muy cool desde el principio de la primera película, pero que al final de la misma se convierte en una damisela en peligro, en la segunda es reducida a una mujer en el refrigerador, y en la tercera apenas tiene participación. Es decir, en el manejo de este personaje, la serie sigue algunos de los tropos más rancios del género.

 


Si les parece que estoy siendo excesivamente mamón, tienen toda la razón. Caray, son películas de adultos en mallas y no tienen ninguna otra obligación más que ser entretenidas. Me parta un rayo si todo el cine de superhéroes tuviera que ser como la trilogía de The Dark Knight. Las tres entregas son muy chistosas, pero pueden ser emotivas cuando quieren; el casting es poco menos que perfecto y los personajes siempre tienen mucha química en pantalla; las escenas de acción son deliciosamente imaginativas; están llenas de referencias y guiños a los cómics y a otras películas, y se caracterizan por un uso en verdad creativo de personajes y elementos menos conocidos del vastísimo lore de Marvel, todo lo cual resulta un deleite para los nerds, sin que por ello no puedan ser disfrutadas por el público casual.

 

En el mundo del cine de superhéroes, la serie de Deadpool es una criatura especial por varias razones. Primero, éste es un verdadero proyecto pasional de su estrella, Ryan Reynolds. Mientras otras sagas fílmicas basadas en cómics tienen como figura central a un productor (Kevin Feige) o a un cineasta visionario (Christopher Nolan), Deadpool se ancla en su protagonista, quien también funge como productor de las tres cintas y coguionista de dos de ellas.

 

Reynolds estuvo cabildeando durante años, por lo menos desde 2004, para poder interpretar al personaje. Fue su iniciativa la que le consiguió el papel en Wolverine de 2009 y, tras la decepcionante recepción que tuvo tal versión, insistió hasta que logró conseguir que Fox diera luz verde al proyecto que se convirtió en la película de 2016. Ha sido también el tesón de Reynolds lo que nos ha dado la tan anhelada colaboración con su viejo amigo Hugh Jackman, a quien ya había dedicado varios chistes en las dos entregas anteriores. En este sentido, aunque las pelis de Deadpool no son mis favoritas, sí aprecio y respeto que son el proyecto de un fan apasionado, y que son su visión personal y honesta.

 


Luego, aunque las películas del subgénero con tono cómico no escasean, en el momento de su aparición ninguna tuvo un humor al mismo tiempo tan farsesco, políticamente incorrecto y metatextual como Deadpool. Como dije, no es mi estilo, pero entiendo por qué fue recibido como una bocanada de aire fresco, en especial con el humor tan inane que ha plagado al MCU y las pretensiones de solemnidad que en ese entonces afectaban a DC. Además, aunque no me ría a carcajadas con cada chiste, sí me involucro lo suficiente con los personajes y sus peripecias como para seguir la trama con interés.

 

Más importante, el gran éxito que tuvo esta cinta de presupuesto relativamente moderado abrió las puertas al cine de superhéroes dirigido exclusivamente a un público adulto (clasificación R en Estados Unidos, y C en México). Eso fue lo que animó a Fox a producir la que sería la mejor obra del género en la década pasada: Logan (2017) de James Manigold. Y puede ser que Deadpool no trate de nada profundo, pero probablemente sin ella no tendríamos series como Harley Quinn o The Boys (ambas debutaron en 2019), que definitivamente sí tratan de cosas. Así que ahí lo tienen: no carece de importancia cultural.

 

Bien, ésas son mis observaciones sobre la serie en general. ¿Qué hay de la estrella del momento, Deadpool & Wolverine? ¿Qué tan buena o mala es? ¿Qué lugar ocupa en la saga de este personaje, en el MCU y en la filmografía superheroica? ¿Tiene ahora algo nuevo que decir o es pura diversión despreocupada? Hey, para eso estamos aquí, ¿no?

 


Como película de Deadpool, me parece tan buena y tan divertida como las anteriores. Eso sí, es de una escala mucho mayor: La amenaza para Wade es ahora la destrucción de toda su realidad, y tanto sus nuevos enemigos como aliados son más poderosos y numerosos. Y, por supuesto, conecta la serie con el MCU y el resto del multiverso de Marvel de Fox. Está más que nunca cargada de fan service, y será un festín para cualquiera que haya seguido el cine de superhéroes desde 1998 (incluyendo los dramas tras bastidores). El humor es igual de bobalicón que siempre; se me hizo Wade está un poco más menso y fastidioso de lo usual, pero quizá sea sólo mi percepción. Por otro lado, los chistes metatextuales y todas esas recompensas a mi erudición nerd hicieron que me riera como nunca, y por eso ésta será sin duda mi favorita de las tres.

 

Dije que Wade no tiene mucho espacio para crecer y evolucionar como personaje, pero eso no significa que no lo haga en absoluto. En la primera película tenía que aprender a confiar en la solidez del amor de Vanessa, y que ella no lo rechazaría por estar enfermo ni desfigurado. En la segunda, tenía que aprender a volver a interesarse y responsabilizarse por otras cosas tras la muerte de su amada. Y en esta última, tiene que aprender a superar sus inseguridades y reconocer que siempre ha sido capaz de verdadero heroísmo. Es simple, pero ahí está.

 

En cuanto al Wolverine de Hugh Jackman, no tiene mucho para donde ir. La trayectoria de los Hombres-X llegó a una conclusión satisfactoria en 2014 con Days of the Future Past (las ulteriores cintas fueron un error) y la de nuestro mutante favorito en 2019 con Logan. Este team-up existe nomás para no perder la oportunidad de tener juntos a los dos personajes y a dos actores que son amigos y tienen mucha química en pantalla… Y hacer cosas como por fin poner a Wolverine en su traje clásico de los cómics (¡ambos!).

 


En ese sentido, fue atinado que el Logan de esta peli sea de un universo completamente nuevo, aunque con los rasgos familiares que lo caracterizan. De hecho, hasta se encuentra en una situación muy familiar, tanto para el personaje en sí, como para la cultura pop reciente: el héroe atribulado por el remordimiento, reacio a atender un nuevo llamado a la aventura para realizar un último acto de heroísmo. Todo esto nos permite tener un Wolverine que se siente como un viejo conocido, pero sin trastocar la insuperable conclusión del personaje. Sí, está la desacralización de su tumba, pero está hecha de una forma tan exagerada, caricaturesca y autoconsciente que no se puede tomar en serio.

 

En cuanto a cómo maneja D&W el asunto del multiverso… Bueno, pues es un desmadre y no tiene sentido (pero, como vamos a ver más adelante, eso importa poco). De por sí el MCU no ha sido muy consistente al establecer el funcionamiento del multiverso, y casi cada entrega de la franquicia ha introducido “reglas” que contradicen a las otras. Si además incluimos los universos de Sony, la cosa se complica todavía más. Ejemplo: en las de Spider-Verse se establece que una persona no puede pasar mucho tiempo en un universo ajeno sin empezar a desintegrarse. No vemos nada de esto en No Way Home ni en Multiverse of Madness ni en Deadpool & Wolverine. Por otro lado, en MoM se nos dice que el viaje por el multiverso puede causar “incursiones”, desastres cósmicos que traen la muerte a uno o varios universos. Nada de eso pasa en D&W.

 

Fox no había tenido historias multiversales hasta ahora, pero sí había tenido historias de viajes en el tiempo, y las reglas ahí son muy diferentes que las que hemos visto en el MCU. En Fox, como podemos ver en Days of the Future Past y en Deadpool 2 es posible cambiar el pasado; si un viajero en el tiempo logra alterar el curso de los acontecimientos, un nuevo futuro reemplaza al anterior. En el MCU, como vimos en Endgame, cambiar el pasado crea nuevas líneas temporales y realidades paralelas.

 


¿Cómo conciliar esto en una historia que es tanto de Fox como del MCU, tanto de viajes en el tiempo como multiversales? Fácil: no te rompes la cabeza y haces lo que sea conveniente para la trama y para los temas que quiere explorar la cinta.

 

Aun así, hay cosas que me hacen ruido y que me tengo que sacar de en medio antes de proseguir. Primero, que yo siempre he entendido (y no soy el único), que el multiverso de X-Men de Fox está compuesto por al menos tres universos: el de la franquicia principal, el de Logan y el de Deadpool.

 

Que Logan se cuece aparte es algo que confirmaron desde un inicio sus creadores. Que Deadpool está por su lado, está claro porque personajes como Colossus, Juggernaut, Yokio y el mismo Wade Wilson son diferentes a sus encarnaciones en la saga de X-Men. No es sólo que sean distintos actores o se haya modificado su aspecto: son completamente otros personajes. Además, en el cameo que hacen los Hombres-X en Deadpool 2, se ve que son el equipo joven de Apocalypse y Dark Phoenix, activo en los 80 y 90, y que, en el presente de esta película (2018) ya deberían haber envejecido.

 

Por si fuera poco, está la controversia de si la trilogía de X-Men y las dos primeras pelis de Wolverine forman parte del mismo universo que la saga iniciada por First Class, algo que Days of the Future Past complica mucho. Y hay fans tan quisquillosos que consideran que si un personaje es recasteado entre una película y la siguiente (ej. Pyro o Kitty Pryde), entonces cada una está en su propia continuidad.

 


Aquí podríamos empezar a hablar del concepto de “línea temporal alterna” como distinto al de “universo alterno” en la jerga de los nerds de los cómics, pero tampoco es que estén muy bien definidos y la verdad es que nomás se usan para justificar contradicciones que resultan de decisiones narrativas y editoriales. La respuesta rápida es que a Fox nunca le importó un comino la continuidad.

 

Entonces hay un problema: un punto argumental importantísimo que desencadena todo lo que sucede en D&W es que la muerte de Wolverine en Logan causaría la lenta decadencia del universo de Deadpool y su eventual extinción. Uno de los antagonistas, Paradox, quiere acelerar el proceso por sus propias ambiciones y borrar ese universo de una vez. Eso impulsa a Wade a buscar a un sustituto para Logan en algún otro universo.

 

Bueno, yo no puedo ni quiero creer que Logan ocurra en el futuro (¡a cinco años de distancia!) del mismo universo que Deadpool; una es una obra maestra y la otra es una payasada. Encima, eso nos dejaría preguntándonos cosas como: ¿Por qué Wade no intenta evitar la muerte de Logan ya que puede viajar por el tiempo? ¿En el presente de Wade, no debería notarse ya los factores que llevarían a la situación que vemos en Logan, especialmente la paulatina extinción de los mutantes? ¿No terminaría habiendo dos Wolverines en el universo de Wade, al llevarse para allí al que protagoniza la cinta?

 


Estas cuestiones estuvieron torturándome toda la noche, hasta que encontré una respuesta revisando lo que otros ñoños opinaban al respecto. Según aprendimos en la serie de Loki, el multiverso es como un árbol con muchas ramas; algunas ramas son más gruesas, mientras que otras brotan de éstas y así sucesivamente en forma de fractales. El multiverso de los Hombres-X de Fox es así, con la pentalogía original formando la rama principal y las otras continuidades brotando de ella.

 

Así, cuando hablamos de “el mundo de Deadpool”, nos estaremos refiriendo a toda la rama con sus ramitas. Logan no ocurrió en la misma continuidad que Deadpool; es más, Wolverine ni siquiera existió en ésta (por eso no hay dos Logans). La muerte de Wolverine está causando la extinción de toda la rama, y de ahí el conflicto principal. Nada de esto se dice abiertamente en la película, pero tampoco nada contradice esta interpretación y a mí me da paz mental así que voy a tomarla.

 

Ahora bien, a mí no me gusta para nada todo ese concepto de “ser ancla”, la idea de que hay individuos tan importantes para un universo que su misma existencia depende de ellos. No estamos ya para seguir alimentando la teoría de los grandes hombres y reconocer nuestra insignificancia ante la indiferencia del cosmos es bueno para la salud espiritual.

 


Peeero, como anuncié hace ratito, nada de esto debería importarnos mucho porque D&W no está tratando de contribuir a una comprensión cosmológica coherente de la estructura multiversal de Marvel, sino que todo este tejemaneje está en función del motivo central de la película: hablar del cine de superhéroes en sí.

 

Mucha gente se queja de que el concepto del multiverso no está funcionando y que ya hartó. Yo no estoy de acuerdo. Es cierto que ha habido mucho contenido chafa de Marvel desde Endgame, (más de lo normal, porque el grueso de Marvel siempre ha sido mediocre), pero las historias más impopulares no han tenido nada que ver con el multiverso. En cambio, las que sí son multiversales (Loki, No Way Home, Multiverse of Madness) han sido las mejores, o por lo menos las que ofrecen lo más interesante. En todo caso, la bazofia multiversal sin sentido ni nada que aportar vino de DC: The Flash.

 

En fin, el punto es que el multiverso, bien utilizado, puede servir para explorar conceptos interesantes. Al tratar con diferentes iteraciones de un mismo personaje, o de una misma obra, se puede reflexionar sobre su esencia, como en No Way Home. Al enfrentarse a las infinitas posibilidades de la realidad, un personaje puede reinventarse a sí mismo eligiendo un nuevo destino, como en Loki. O, como hace la nueva película del mercenario bocón, puede revalorar toda una etapa en la historia del cine de superhéroes.

 


Déjenme les explico… Uno de los agujeros argumentales que más ha desconcertado a los ñoños es éste: ¿Cómo pudo Wade ir al universo principal de los Vengadores a tener una entrevista con Happy Hogan si en ese momento no contaba con tecnología para viajar entre realidades? Ha habido muchos intentos de explicar esto, algunos bastante rebuscados.

 

Hay quien afirma que simplemente utilizó el dispositivo de Cable. ¿Cómo, si por lo que sabemos sólo servía para viajar por el tiempo? Pues aparentemente no, porque en las escenas finales de Deadpool 2 lo vimos también viajando al universo principal de X-Men para matar a esa versión de sí mismo, y lo vimos viajar al “mundo real” para asesinar a Ryan Reynolds y evitar que hiciera la película de Green Lantern. Pero, ¿eso cuenta realmente? Parecen más chistes de cuarta pared rota que otra cosa, ¿no?

 

Bueno, pues no importa mucho, porque la escena sirve para establecer dos cosas. La primera es el motivo de Wade, que es demostrarse a sí mismo que tiene valor y que puede hacer hazañas importantes. La segunda es el tema de la película: el papel de Deadpool y de la era de Fox de Marvel en el panorama actual del cine de superhéroes.

 


Cuando Disney adquirió Fox, el destino de Deadpool quedó en entredicho. Tan es así que, si pasaron dos años entre la primera película y la segunda, transcurrieron seis entre ésta y la tercera. Esto es justo lo que simboliza el rechazo de Happy a Wade. La fecha que nos indican en esa escena es significativa: 2018 fue el año de estreno de Deadpool 2 y de Infinity War, el principio del fin de la primera gran era de Marvel.

 

Seis años más tarde aparece Paradox para reclutar a Wade… pero sólo a él; el resto de su rama del multiverso será borrado. Esto simboliza a Disney aceptando incluir al Deadpool de Reynolds en el MCU, pero eliminando al resto de Fox. ¿Por qué? Porque el mercenario bocón es ya el único personaje exitoso que le queda a esa franquicia.

 

Cuando Paradox dice que Wolverine es el “ser ancla” del mundo de Deadpool, nos quiere decir que en efecto el personaje, tal como fue interpretado por Hugh Jackman, era el corazón del multiverso cinemático de Fox. Que una vez que su desarrollo llegó a la mejor conclusión posible y el actor se retiró, esa franquicia comenzó a decaer y pasó años sin dar pie con bola (¿alguien vio The New Mutants?).

 


[Entre paréntesis, es obvio que Marvel cree que su “ser ancla” es el Iron Man de Robert Downey Jr. y que tras su muerte en Endgame todo se ha ido al demonio. Es por eso que han traído de vuelta al actor para interpretar al nuevo villano de la Saga del Multiverso, el Doctor Doom (tras la deshonrosa baja del Kang de Jonathan Majors). La decisión, como muchos fans han expresado, apesta a desesperación por parte de Marvel que, en su incapacidad de llevar su imperio por nuevos rumbos, regresa a lo que sabe que le ha funcionado en el pasado.]

 

En el desfile de cameos que Deadpool & Wolverine nos ofrece hay mucha nostalgia indulgente, es cierto, pero eso no es todo. La peli está haciendo un entrañable homenaje y despedida a la era Fox. Y sí, muchas de esas películas fueron… ¿Cómo decirlo…? Pues… Terribles. Pero hicieron la infancia de muchos fans en los dosmiles, y para bien o para mal forman parte de la historia del cine de superhéroes, que no sería el mismo sin ellas.

 

Por eso rescata a tantos a personajes, en especial a aquellos que no tuvieron la oportunidad de despedirse como se merecían (el Blade de Wesley Snipes, la Elektra de Jennifer Gardner) o si quiera de existir (el Gambit de Chaning Tatum). Casi cada diálogo con ellos se refiere en realidad, de forma apenas velada, a sus películas y al trato que se dio a sus personajes. Mi sorpresa favorita fue el Johnny Storm de Chris Evans (los otros ya me los habían spoileado, maldito féisbuc), pero creo que la inclusión de Blade fue la más importante. El éxito de su película en 1998 fue lo que convenció a Fox de la viabilidad de las adaptaciones de cómics y llevó a que dieran luz verde a X-Men en el año 2000, inaugurando con ello la primera etapa de la edad dorada del cine de superhéroes.

 


El mensaje es que esta era merece ser recordada, que no pensemos, ni nosotros ni Disney, que puede ser simplemente borrada de la memoria y sustituida por algo nuevo como si nunca hubiera existido. Siempre estará ahí. ¿Y saben qué? Como nerd de los encapotados en la pantalla grande, se me hizo algo muy bonito y me llegó directo al corazón.

 

Entonces, ¿es Wade Wilson el Jesús Salvador de Marvel? Meh, no lo sé. Después de Endgame todo ha sido puros altibajos. Una sola cinta no puede arreglar todas las malas decisiones que Marvel y Disney han tomado en los últimos años. Lo único que puede hacer es devolverle la confianza al público: “¡Hey, miren! ¡Todavía podemos hacer buenas pelis!” Esperemos que cumplan esa promesa.


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6 comentarios:

Ognimod dijo...

Lo que no me quedó claro es si en algún momento de la película Didpol y Wolveran se unen para romper las reglas del multiuniverso, y poner fin, y acabar juntos

Maik Civeira dijo...

No entendí, jaja

Ognimod dijo...

En Argentina el comentarista de un partido de fútbol nos regaló esta joya: https://youtu.be/UTrgJSBNORg?si=qJo-8GPNFskja79R

Lo conozco porque estoy en el server de Discord de Te lo resumo, pero fue error mío suponer que era algo más ampliamente conocido.

También hay por ahí un tipo que mencionó unas películas llamadas "Venyers: Engen" y "Falcon y el invierno"

Maik Civeira dijo...

Aaaaah jajajajajaja

Jorge A. dijo...

No mencionaste el cameo de Cavill, el cual para mi fue el mas sorpresivo de la pelicula (mas que el de Gambito )

Maik Civeira dijo...

Seh, no me alcanzó para mencionar cada huevito de pascua...

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